Los alimentos sin gluten contienen más grasas, sales y azúcares.
Por todos es sabido que la dieta sin gluten se ha puesto muy de moda. Hoy en día existe la creencia de que el gluten es dañino para el organismo. Es por esto que son muchas las personas que se han apuntado a la dieta libre de gluten. Hasta algunas grandes celebridades alardean de su dieta gluten free ante los medios de comunicación, sin saber que lo que argumentan no tiene base científica alguna. Son muchos los que piensan que una dieta libre de gluten posee efectos adelgazantes.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, viene a demostrar justo lo contrario. Según la investigación desarrollada por un grupo de profesores de dicha Universidad, que será publicada en el próximo número de la revista Journal of Human Nutrition and Dietetics, la comida sin gluten cuenta con mayores grasas, sales y azúcares que sus homólogos regulares, además de contar con menor contenido en proteínas y fibras.
El estudio se realizó a partir de más de 1.700 productos alimenticios analizados presentes en cadenas de supermercados británicas como Tesco o Sainsbury’s. Con las compras de estos productos, también descubrieron que los alimentos sin gluten son un 159 % más caros que sus equivalentes.
Sin embargo, esto no era cierto para todos los productos sin gluten: el pan y las harinas tenían los niveles más altos de grasa y azúcar, mientras que las galletas no siempre eran nutricionalmente peores en esas áreas. En cambio, todos los productos sin gluten tenían menos fibra y proteína que los alimentos normales.
A pesar de la popularidad de las dietas sin gluten, algunos profesionales de la salud las recomiendan solo para las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten. Un estudio de mayo de 2017 indicó que las personas sin enfermedad celíaca tenían riesgo de enfermedad coronaria debido a la falta de cereales integrales de la dieta, lo que ayuda a reducir el colesterol.
«La comida sin gluten no ofrecen ninguna ventaja nutricional sobre los alimentos regulares, por lo que no son una alternativa más saludable para quienes no requieren una dieta libre de gluten», señala la doctora Rosalind Fallaize, una de las autoras del informe.
Con toda esta información podemos con concluir, por un lado, que las personas que no parezcan ninguna intolerancia o condición alimenticia deben de seguir una dieta equilibrada, sin restar nada de la misma. Y por otro, que los productos sin gluten, además de ser más caros, son menos sanos para nuestra salud.