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Sopa de pollo.
Que bien viene siempre una sopa de pollo, sobre todo si hace frío o estás resfriado o pachucho.
El caldo de pollo tiene muchas propiedades beneficiosas para las infecciones relacionadas con la gripe o el resfriado. Posee unos aminoácidos específicos que ayudan a fluidificar el moco, siendo así más fácil su explusión. También reduce el dolor y la inflamación y posee prodiedades que ayudan a conciliar el sueño.
En casa es un plato muy habitual en invierno. Sobre todo nos encanta tomarla por la noche como primer plato, y a veces, dependiendo de los tropezones que le echemos lo tomamos como plato único.
Si quieres darle un sabor potente a tu caldo prueba a añadir un cuarto de gallina. Aunque ésta es muy dura para luego añadirla como picadillo le da un sabor muy bueno al caldo.
Además de la gallina tengo otro truco para que el caldo sea más sabroso.
Una vez hecho el caldo trituro las verduras y añado algunas cucharadas de este puré. Esto le añade más sabor y cuerpo a la sopa. Este truquillo me lo contó un compañero de trabajo, David.
Probadlo y ya me diréis.
